lunes, 30 de mayo de 2016

Lo que más me asusta...

Día 6

Hablar sobre lo que nos asusta nunca es fácil, quizá porque puede interpretarse como señal de debilidad o porque desnuda ante los otros aquello de lo que huimos. Suelo trabajar el tema de emociones con niños y les explico que el miedo en sí mismo no es malo, al contrario es una respuesta adaptativa que nos permite sobrevivir, gracias a que sentimos miedo nos alejamos de las situaciones que pueden ser peligrosas para nosotros, lo malo está en dejar que ese miedo nos domine y dirija nuestras vidas o nuestro actuar, y en este punto debo confesar que durante mucho mucho tiempo he dejado que el miedo a lo nuevo o a cambiar me domine.

¿De donde viene este miedo? Realmente aún no lo sé, pero desde pequeña me costó adaptarme a situaciones nuevas, lloraba desesperadamente cada vez que debía mudarme e inclusive si el ambiente era malo yo prefería quedarme que cambiar. La pasé mal durante la secundaria, tenía pocos amigos y no me trataban bien, pero a pesar de ello nunca quise cambiar de escuela. Así he ido repitiendo ese comportamiento en trabajos, relaciones, etc. No sé porque me asusta tanto salir de mi zona de confort, siempre quise ser un león y a veces pienso que soy una tortuga pero estoy trabajando en ello, conociendo nuevas personas, visitando nuevos lugares, arriesgándome a cambiar. No es fácil hacer lo que a uno le asusta, pero generalmente la recompensa lo vale, así que sigamos intentándolo tal vez un día sin querer o queriendo ya no tendremos miedo.


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