miércoles, 25 de mayo de 2016

El trabajo soñado...

Día 4

Me declaro afortunada pues durante un año tuve el trabajo soñado (al menos para mi). 

Era el año 2013 y no hacía mucho que me había graduado como psicóloga, por ende solo había obtenido trabajos eventuales y que no llenaban mis expectativas, la sensación de frustración y apatía empezaban a apoderarse de mí, es por ello que cuando me ofrecieron trabajar en un proyecto de responsabilidad social con niños en situación de trabajo, no lo pensé dos veces y acepté el puesto. Todos a mi alrededor me llamaron loca pues para llegar al trabajo debía cruzar la ciudad (viaje de 3 horas en bus) a diario, la paga tampoco era buena (pero cubría mis necesidades básicas), y el trabajo era muy duro. Tal vez pocos lo entiendan pero a pesar de todas razones que lo hacían el peor trabajo del mundo, yo amé cada día que estuve allí.

Mi trabajo consistía en ayudarlos a nivelar sus habilidades de aprendizaje las que se veían afectadas pues debían salir a trabajar, además de concientizar a los padres y madres acerca de la importancia de reducir horas de trabajo de sus niños, en pos del su desarrollo académico. No se realmente si pude enseñarles algo, pero yo aprendí muchisimo de ellos.

Me enseñaron que se puede ser feliz con poco, que todos tenemos algo para dar y que en las cosas mas sencillas se puede encontrar la perfección. También aprendí acerca de la injusticia, de la diferencia de clases y las consecuencias de la falta de educación. Ellos me dieron tanto que a pesar que hubieron días duros en los que me cuestioné mucho sobre la vida, hubieron otros llenos de amor, risas y abrazos sinceros. Los dejé con mucha pena, pero guardo en mi corazón a las excelentes personas que conocí en ese camino y a cada pequeño con el que pude compartir algo de mi, lo que soy y lo que sé.





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