domingo, 29 de noviembre de 2009

La chica Purpura

A la chica purpura cierto dia de julio, como a Segismundo se le dio por soñar y en sus sueños locos era rosa y no purpura como en la realidad.

Y soñó que tenía amigos que la podían bancar y que existía un valiente que su agridulce sabor quería probar. Soñó con abrazos y risas, tirada en un sintético remedo de grass, con cafés e inviernos cálidos, soñó con la felicidad. También en sus sueños largas caminatas pudo encontrar adornadas con luces de ciudad, parques, helados y un corazón que latía en espiral.

Y así en sueños su castillo de naipes construyó, sobre arenas movedisas que no vió... Y como todo acaba una noche de primareva lluviosa su sueño terminó. Despertó, aun de madrugada con la sensación de estar perdida, con el músculo mayor sangrando... sangrando chorros purpuras, cerró los ojos tan rápido como pudo pero nada cambió, y entonces lo entendió... la realidad no iba a negociar con ella, YA NO!




[[[Quien pudo ser tan ciego para chocar

De frente contra el fuego como mariposa

Quien pudo ser tan loco para cambiar

El sol de la mañana por la llama

De un fuego cualquiera...]]]

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